Análisis perceptual del barrio donde vivo

 

Chapinero Alto, una zona que para muchos bogotanos es un lugar de paso pero que combina un gran número de ambientes y escenarios que permiten conocer la verdadera magnitud de una ciudad tan diversa y contrastante como Bogotá. El lugar específico donde vivo hace parte de un sector denominado Pardo Rubio en los alrededores del Hospital Militar, lo podríamos situar, sin embargo, entre la calle 45 y la Universidad Javeriana y la Calle 53 al norte. La Carrera Séptima es sin duda la vía principal de la zona, un corredor de gran importancia para la ciudad que en esta zona atraviesa espacios educativos, residenciales y de servicios que no sólo atienden a quienes vivimos en este barrio sino que recibe durante a la semana a habitantes de todo Bogotá y algunos sitios que por su relevancia atraen a residentes de áreas cercanas a la ciudad o de sitios cercanos.

 

Los Cerros orientales son el espacio que configura por el Oriente esta zona, un escenario natural que aunque por su imponencia vigila todo el tiempo la ciudad y enmarca el perfil urbano de las vías que ascienden con fuerza hacia la avenida Circunvalar, pareciera distante de lo que sucede en las calles, en principio por la fuerza que marca la velocidad de esta vía pero además por la altura elevada de múltiples edificios residenciales que por su dimensión parecieran querer sobrepasar el tamaño mismo de las montañas. La carrera Séptima se mantiene en todo momento con un alto flujo vehicular, su dinámica se evidencia tanto en la intensidad del paso de automóviles y buses como por la rapidez de quienes circulan por los andenes. Entre semana se configura un ambiente de tránsito constante que se combina con la contaminación de los automotores, en ciertos estos niveles de ruido y polución opacan no solo el aire sino el entorno que crean las edificaciones que bordean la vía, muchas de ellas en estado de abandono y otras sin ningún mantenimiento.

 

La calle 49 puede ser una de las más representativas en cuanto a las características de la topografía ascendente hacia el oriente y en los cambios en el ancho de las vías que se producen en relación con la carrera Séptima. Las calles transversales se tornan más estrechas, con excepción de la Calle 45 y la 53 que concentran gran parte de la movilidad y el transporte público hacia otros puntos de la ciudad. Sin embargo la calle 49 se destaca por la actividad permanente en cuanto al paso de peatones desde la estación de Transmilenio y hacia el Hospital Militar, este equipamiento de salud es un gran atractor de flujos por cuanto en la zona se han concentrado una serie de negocios que atienen los requerimientos farmacéuticos pero también demás servicios como restaurantes y demás actividades comerciales en pequeña escala.

 

En conjunto con el hospital, en la parte de abajo de la Séptima se ha creado un conjunto de consultorios y centros de atención especializada en salud alrededor de la Clínica Marly, lo que se traduce además en calles que aunque cortas tienen cierta calidad urbana en cuanto a su conformación, concentrando además la escasa arborización que hay en toda la zona, sin tener en cuenta la cercanía de la Universidad Javeriana y los amplios espacios verdes con los que cuenta y el área arborizada que circunda el hospital pero que está cercada y aislada de las zonas de vivienda que están en el perímetro. En contraste encontramos también la Carrera 13, una vía que aunque mantiene una continuidad urbana en su trazado, presenta algunos estados de deterioro especialmente en los bordes de la vía representados por las edificaciones, en esto podemos considerar también el carácter informal representado por el comercio ambulante y los habitantes de calle, que transcurren esta área con mayor frecuencia.

 

Entre las vías longitudinales principales, se encuentran otros corredores viales de menor escala que atraviesan las zonas residenciales ubicadas entre las áreas de salud y las universidades ubicadas en el barrio o en sus cercanías. Estas vías tienen una dimensión menor y se conforman espacialmente con la fachada de gran número de edificios contiguos entre sí especialmente en la zona baja. En la parte de arriba, y sobre la carrera 3ra, las escalas de las edificaciones son más variables, combinando casas independientes y algunos edificios de vivienda que cada vez aumentan más en altura. Una característica común de estas vías internas en la forma en la percibe la circulación de vehículos y transeúntes, el flujo parece disminuir y se llegan a establecer ambientes más calmados y de integración de actividades con un mayor carácter de barrio.

 

El carácter universitario de esta zona es determinante también en los cambios de actividad a lo largo de la semana, hay un cambio notable entre la actividad diurna y la concentración que se genera en las noches y fines de semana en los bares ubicados entre los espacios educativos, la estación de gasolina de la calle 51 no sólo es un referente para muchos estudiantes, sino que es un ejemplo de las variaciones en concentración de gente en relación con la rumba y la vida nocturna, en contraste con lo que ocurre por ejemplo, los domingos con el paso de la ciclovía o a altas horas de la noche donde la ciudad en esta zona de Chapinero parece desierta.